Antes
de empezar a hablar de esta mágica ciudad, os quiero desear a todos un
¡felicísimo 2014! (sé que llego un poco tarde pero hay obligaciones que me han
impedido dedicaros un ratito en este período).
Cuando
sabemos que alguien va de viaje a Marrakech, lo primero que le decimos es... “¡ten mucho cuidado!”. Pues bien, he de
decir que Marrakech es una ciudad donde hay pocos robos (en la Puerta del Sol
un domingo, hay 5 veces más), y la policía está prácticamente dedicada a
salvaguardar las espaldas de los turistas, pues son la principal fuente de
ingresos de Marruecos.
Esta
ciudad es perfecta para una escapada de un fin de semana, pues te permite
desconectar de todo, apreciar las maravillas de la ciudad, y sobretodo, aquí el
móvil no tiene más función que la de la cámara de fotos.
Podéis
encontrar vuelos Madrid-Marrakech por 70 euros ida y vuelta, y en cuanto al
alojamiento podréis optar entre los clásicos hoteles (que conservan, eso sí el
sabor de la ciudad) o por los típicos
Riad, que aunque de entrada no tengan muy buena pinta, por dentro son
auténticos oasis del lujo y el buen gusto. A mi, personalmente, esta segunda
opción es la que más me gusta, pues te hacen sentir como un auténtico marroquí.
En
cuanto a hoteles, los mejores son:
• http://www.mamounia.com/es/intro.htm La
Mamounia, el mítico palacio marroquí. Aunque sigue siendo un referente del
lujo y el buen gusto, con su última reforma ha perdido un poco de identidad,
elemento imprescindible en cualquier rincón de esta ciudad. Aunque no os
alojéis en el hotel, es una visita obligada, en especial sus espectaculares
jardines de más de 200 años de antigüedad.
Lo
mejor, es empezar vuestro viaje con una visita al zoco, punto clave del
comercio marroquí. Aquí es donde tenéis que tener cuidado, pues sus
comerciantes son auténticos expertos en el arte del regateo, y no se cómo, pero
siempre acabas pagando de más. Un consejo que os doy es que si por cualquier
cosa os piden 100 DH (unos 10 euros), dadles 40 DH, ellos ya cuentan con que
les vas a regatear a la mitad.
En
cuanto a las tiendas, no sólo debéis acudir al zoco, sino, en las callejuelas
que lo rodean, hay una inmensa cantidad de cesteros, tintoreros... y todas esas
profesiones que tristemente en España se han dejado de ver y que son por lo
menos curiosas.
El
Mercado de las Especias es también primordial ir a verlo y comprar algo en el.
Hay millones de especias desconocidas y que le darán a nuestros platos un sabor
único. Se encuentra al sur de La Medina, en el barrio judío Mellah, uno de los más pobres de la
ciudad.
En
cuanto a las visitas culturales, lo primero es acudir a La Medina, la ciudad
vieja protegida por un cordón de bastiones hechos de tierra roja que encierran
un laberinto de callejuelas y palacios, mercados y mezquitas, cúpulas y miranetes.
Su corazón es la gran plaza Jamaa el Fna,
al norte de la cual se abre el laberinto de los Suks (mercados tradicionales, a menudo descubiertos). La plaza es
un auténtico espectáculo de colores, olores y sabores, pues en sus tiendas
pueden cocinar platos en el acto para comerlos.
Si
la Medina es la ciudad vieja, Guéliz
es el núcleo principal de la ciudad nueva, construido por los franceses en los
años treinta. El barrio es menos característico que la Medina, pero también
animado. Aquí es donde se concentran los grandes hoteles internacionales y los
restaurantes, las tiendas y los no muy numerosos locales nocturnos de la
ciudad.
El
Palmeraie es un vasto oasis de tierra
y palmeras al noroeste de la Medina. Compuesto por más de 100.000 plantas que
se han regado durante siglos gracias a una ingeniosa red de tuberías del siglo
XII.
La
Mezquita y Madraza Ben Youssef domina
la plaza homónima, en medio de los suks que
se extienden al norte de Jamaa el Fna.
Frente a la mezquita, en el interior de un recinto y más baja que el nivel de
la calle, se encuentra la cúpula Ba’adiyn,
la única estructura que quedó en la ciudad de tiempos de los almorávides, los
fundadores de Marrakech. El interior está decorado con vivos motivos florales.
Otros
lugares de interés para visitar en esta ciudad son los palacios Dar el Bacha, el palacio de la Bahía o
las Tumbas Saadíes.
Espero
que os haya gustado este viaje por un lugar mágico y de ensueño. Ojalá vayáis y
disfrutéis como os merecéis. ¡Hasta pronto!
Lola