Milán es la ciudad de la moda, el
lujo, la elegancia, la innovación y el arte. Es una ciudad que consigue a
través de sus impresionantes tiendas, cafeterías, restaurantes y rincones, hacernos
vivir una experiencia increíble: la excelencia de Milán.
Mi primera parada fue el Duomo, en
una palabra os diré que es impresionante. Tenéis que ir a verlo en persona y
apreciar cada detalle, cada vidriera, cada columna…
La plaza que rodea el Duomo estaba llena
de gente. Resulta llamativo la cantidad de estilos y culturas que puedes
cruzarte en pocos segundos: un grupo de chinas con alucinantes moños en la
cabeza, varias mujeres ejecutivas con taconazo yendo al trabajo en bicicleta,
hombres de punta en blanco entrando en el metro, mujeres con bolsas de Prada,
Gucci y Louis Vuitton, perros que llevan joyas en sus accesorios, que decir, un
ambiente en el que se respira elegancia y sofisticación.
Dos lugares que nos llevan a comprender
la excelencia de Milán son La Galería de Víctor Manuel II y el Corso Como.
En la Galería de Víctor Manuel II se
encuentran las tiendas de las principales marcas de lujo: Prada, Gucci, Louis
Vuitton, TOD’S…y a pocos metros nos topamos con TOM FORD, Alexander Mcqueen…por
nombrar sólo algunas. Entré en varias de ellas. Llama la atención la simpatía de
los dependientes. Nos explicaron cuáles eran las principales prendas de sus
colecciones, nos enseñaron los probadores (todo un lujo con sillones, grandes
espejos, alfombras de terciopelo…) y cuartos de baño de diseño en los que
predomina el color negro hasta en el papel higiénico, así como máquinas que te
permiten personalizar tus bolsos, prendas y accesorios de lujo.
Corso Como destaca por su decoración,
sus patios interiores llenos de luces, una librería en la que no sólo puedes
comprar sino que puedes leer, escribir y escuchar música, ya que dispone de
zonas habilitadas para ello. También podrás encontrar restaurantes en los que
además de comer, puedes compartir una
tranquila charla con amigos e incluso comprar películas, libros y accesorios de
papelería.
En definitiva, Milán es excelencia
porque te ofrece vivir una experiencia en cada uno de los rincones que pisas.
No entras sólo en una tienda de moda, entras en un museo, en una obra maestra
en interiorismo, en la que disfrutarás y saldrás con muchas cosas que contar.
No entras sólo en cafeterías y restaurantes, entras en museos de comida, con
una decoración de ambiente alucinante, tiendas en las que poder comprar y pasar
un buen rato con amigos que te harán prometer que volverás.
No dejéis de viajar a Milán. Hasta
la próxima!
BLANCA
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